El campo de concentración de Theresienstadt fue instalado por los nazis en esta ciudad, que hoy lleva el nombre de Terezín y está actualmente situada en la Chequia, unos 60 kilómetros al norte de Praga.
Historia
El 10 de junio de 1940, la Gestapo tomó el control de Theresienstadt instalando una prisión en la Kleine Festung («Fortaleza pequeña»). El 24 de noviembre de 1941, el lugar fue convertido en un ghetto amurallado, que presentaba una fachada que escondía la operación de exterminio de los judíos, impulsada por el jefe de las SS, Reinhard Heydrich. Para el mundo exterior, Theresienstadt debía aparecer como una colonia judía modelo. Incluso se rodó una película con el título de Der Führer schenkt den Juden eine Stadt (El «Führer» regala una ciudad a los judíos), para transmitir esa sensación. Pero se trataba de un campo de concentración, que también fue utilizado como campo de transición hacia Auschwitz y los otros campos de exterminio.
El 3 de mayo de 1945, el control del campo fue transferido por los alemanes a la Cruz Roja. Pocos días más tardes, el 8 de mayo de 1945, el Ejército Rojo entraba en Theresienstadt.
Un campo «especial»
En octubre de 1943 fueron deportados a Theresienstadt 476 judíos procedentes de Dinamarca. La mayoría de los judíos daneses pudieron salvarse, pues escaparon a Suecia, con los que las fuerza alemanas de ocupación no podían hacerse con ellos. Pero el gobierno danés tampoco abandonó a sus ciudadanos encerrados en Theresienstadt. La presión que hicieron sobre el gobierno nazi contribuyó a que los nazis, durante algunos meses, con fines propagandísticos y para engañar a la opinión pública internacional, convirtieran Theresienstadt en un campo modelo.
Los nazis incluso permitieron en junio de 1944 que una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja visitara Theresienstadt, para lo cual «adecentaron» el campo. Por ejemplo, para impedir dar la impresión de hacinamiento se reforzó antes de la visita el transporte de prisioneros al campos de Auschwitz-Birkenau, donde al principio se mantuvo a los deportados en una zona especial (el «campo familiar») para poder presentarlos en caso de que la Cruz Roja reclamara verlos. Después de la visita, esas personas fueron asesinadas. Se obligó a fingir a los prisioneros seleccionados por su mejor aspecto que llevaban una vida tranquila y feliz, con buena comida e incluso presentaron viandas a los visitantes producto de una «panadería». Prisioneros además simulaban pasear por las calles como si fuesen libres, con niños y supuestas esposas con ellos. Cuando se les interrogaba ellos manifestaban frases aprendidas de antemano de elogios a sus carceleros.
En el propio Theresienstadt se instalaron cafés y hubo una cierta actividad cultural. Por ejemplo, se representó la ópera infantil Brundibár del compositor checo Hans Krása. El 26 de febrero de 1944 se empezó a rodar una película propagandística: «Theresienstadt – Ein Dokumentarfilm aus dem jüdischen Siedlungsgebiet», bajo dirección de Kurt Gerron. Se pretendía mostrar lo bien que les iba a los judíos bajo los «beneficios» del Tercer Reich. Tras las terminación de la película, la mayoría de los actores y el propio director fueron deportados a Auschwitz.
Se desarrollaron muchas otras actividades culturales, en las que participaron más de 2000 prisioneros, conocidos ya entonces o que lo fueron más adelante.