El Centro Simon Wiesenthal lleva el nombre de Simon Wiesenthal, el célebre "cazador de nazis" austríaco, fallecido el 20 de septiembre de 2005 a los 96 años en Viena.
El centro, ubicado en Los Ángeles, está dedicado a documentar las víctimas del holocausto y lleva registros de los criminales de guerra Nazis y sus respectivas actividades.
También hay oficinas internacionales situadas en las siguientes ciudades: Nueva York, Miami, Toronto, Jerusalén, París y Buenos Aires.
Efraim Zuroff Dirige el 'Centro Simon Wiesenthal', volcado en evitar el olvido de la tragedia.
Desde su pequeño despacho de Jerusalén, dirige una guerra en todo el mundo. La guerra del último cazador de nazis. Su principal enemigo es el reloj. "Es una pena que muchos criminales nazis hayan muerto sin ser juzgados. Cuando algunos me dicen que ya están muy viejos, que les deje en paz y que se pudran solos yo les respondo: 'Si yo encontrara al asesino de tu abuela, ¿te importaría si tiene 80 o 90 años?' Las víctimas tienen derecho a que se haga justicia", se defiende.
"Pero a nadie le interesan esos hombres. ¿Has oído hablar de Hans Sewerin?", nos pregunta en referencia al doctor alemán que hace dos meses recibió una medalla de honor por su contribución a la medicina. Lo que para muchos es solo un anciano de 92 años, para el historiador Zuroff es el soldado de las SS, responsable directo de la muerte de centenares de personas, en su mayoría niños. "A mí no me molesta que Sewerin haya recibido un premio sino que nunca fue llevado a los tribunales por sus terribles asesinatos", confiesa.
Zuroff es el director en Israel del 'Centro Simon Wiesenthal', que lleva el nombre del mítico cazador de nazis. Tras la muerte de éste en el 2005, Zuroff heredó su título y la persecución de los criminales nazis escondidos o camuflados bajo otra identidad. "¿Cazador de nazis? Yo no voy por la selva con un cuchillo entre los dientes cazando nazis", ilustra antes de reconocer: "Me siento como el pesado que molesta a la gente recordando y buscando a los criminales que aún siguen con vida". No va con un cuchillo, pero sí con la ayuda a veces de ex agentes del Mossad (Inteligencia israelí).
Incidentes diplomáticos
Nacido en Estados Unidos, Zuroff, de 60 años, emigró de joven a Israel. Su labor puede provocar alguna tensión diplomática. "Cuando la ministra de Exteriores húngara visitó Israel hace dos años, se encontró con un artículo mío denunciando que en su país vive con total libertad Sandor Kepiro, el responsable de la muerte de centenares de judíos", relata.
"Mi artículo iba dirigido a nuestra ministra Livni para que actuara contra Kepiro que, a sus 94 años, sigue sano, dando entrevistas donde reconoce los crímenes y nadie le lleva a los tribunales", dice. Y lamenta: "¡el Ministerio de Exteriores de Israel me regañó diciendo que destrocé las relaciones con Hungría!".
El recorrido de Kepiro es el de otros muchos criminales nazis: tras la guerra encontró refugio en Argentina y en los 90 volvió a su país de origen. Debió pensar que el tiempo lo cura y olvida todo, pero Zuroff estaba allí para que demostrar lo contrario.
La búsqueda del 'Doctor Muerte'
El centro, ubicado en Los Ángeles, está dedicado a documentar las víctimas del holocausto y lleva registros de los criminales de guerra Nazis y sus respectivas actividades.
También hay oficinas internacionales situadas en las siguientes ciudades: Nueva York, Miami, Toronto, Jerusalén, París y Buenos Aires.
Efraim Zuroff Dirige el 'Centro Simon Wiesenthal', volcado en evitar el olvido de la tragedia.
Desde su pequeño despacho de Jerusalén, dirige una guerra en todo el mundo. La guerra del último cazador de nazis. Su principal enemigo es el reloj. "Es una pena que muchos criminales nazis hayan muerto sin ser juzgados. Cuando algunos me dicen que ya están muy viejos, que les deje en paz y que se pudran solos yo les respondo: 'Si yo encontrara al asesino de tu abuela, ¿te importaría si tiene 80 o 90 años?' Las víctimas tienen derecho a que se haga justicia", se defiende.
"Pero a nadie le interesan esos hombres. ¿Has oído hablar de Hans Sewerin?", nos pregunta en referencia al doctor alemán que hace dos meses recibió una medalla de honor por su contribución a la medicina. Lo que para muchos es solo un anciano de 92 años, para el historiador Zuroff es el soldado de las SS, responsable directo de la muerte de centenares de personas, en su mayoría niños. "A mí no me molesta que Sewerin haya recibido un premio sino que nunca fue llevado a los tribunales por sus terribles asesinatos", confiesa.
Zuroff es el director en Israel del 'Centro Simon Wiesenthal', que lleva el nombre del mítico cazador de nazis. Tras la muerte de éste en el 2005, Zuroff heredó su título y la persecución de los criminales nazis escondidos o camuflados bajo otra identidad. "¿Cazador de nazis? Yo no voy por la selva con un cuchillo entre los dientes cazando nazis", ilustra antes de reconocer: "Me siento como el pesado que molesta a la gente recordando y buscando a los criminales que aún siguen con vida". No va con un cuchillo, pero sí con la ayuda a veces de ex agentes del Mossad (Inteligencia israelí).
Incidentes diplomáticos
Nacido en Estados Unidos, Zuroff, de 60 años, emigró de joven a Israel. Su labor puede provocar alguna tensión diplomática. "Cuando la ministra de Exteriores húngara visitó Israel hace dos años, se encontró con un artículo mío denunciando que en su país vive con total libertad Sandor Kepiro, el responsable de la muerte de centenares de judíos", relata.
"Mi artículo iba dirigido a nuestra ministra Livni para que actuara contra Kepiro que, a sus 94 años, sigue sano, dando entrevistas donde reconoce los crímenes y nadie le lleva a los tribunales", dice. Y lamenta: "¡el Ministerio de Exteriores de Israel me regañó diciendo que destrocé las relaciones con Hungría!".
El recorrido de Kepiro es el de otros muchos criminales nazis: tras la guerra encontró refugio en Argentina y en los 90 volvió a su país de origen. Debió pensar que el tiempo lo cura y olvida todo, pero Zuroff estaba allí para que demostrar lo contrario.
La búsqueda del 'Doctor Muerte'
Aunque si hay una presa que le irrita es el austriaco Aribert Heim (el 'Doctor Muerte' o 'carnicero de Mauthausen'), uno de los más brutales criminales nazis. "Sus prácticas en el campo de concentración de Mauthausen eran terribles. Inyectaba gasolina en el corazón de sus víctimas o les arrancaba sin pestañear órganos del cuerpo. Una bestia", dice Zuroff que sigue descartando la defunción de Heim en Egipto.
"Su hijo dice que murió en El Cairo en 1992 y que su cuerpo fue lanzado a una fosa común y que no hay forma de identificarlo. Pero si ha muerto, ¿por qué ninguno de sus dos hijos ha recogido aún los dos millones de euros de herencia? Además, en 2001 el abogado de Heim dijo que estaba en contacto con su cliente", indica Zuroff que asegura que antes de ir a Egipto, el 'Doctor Muerte' pasó por España.
"Sé que en el sur de España hay aún varios criminales nazis. Estoy buscando información pero no soy muy optimista que podamos encontrarlos", admite resignado. Zuroff colaboró con un grupo de abogados españoles que deseaba llevar a los tribunales de España a cuatro responsables nazis que vivían en Estados Unidos. "Uno de ellos era Demjanjuk, que ojalá sea extraditado ahora a Alemania", apunta.
¿Hasta cuando? "Tengo fuerza y cuerda para rato pero desgraciadamente los países ya no tienen voluntad de juzgar a esos criminales", responde Zuroff que ve el Día del Holocausto que se conmemora hoy como el recordatorio que su misión continúa. La sirena y el triste silencio de los supervivientes le motiva a seguir. Ellos recuerdan a las víctimas y él se ocupa de perseguir a los verdugos.
La frase de Wiesenthal, "no existe pecado más grande que el olvido", sigue viva en su pequeño despacho de Jerusalén.
"Su hijo dice que murió en El Cairo en 1992 y que su cuerpo fue lanzado a una fosa común y que no hay forma de identificarlo. Pero si ha muerto, ¿por qué ninguno de sus dos hijos ha recogido aún los dos millones de euros de herencia? Además, en 2001 el abogado de Heim dijo que estaba en contacto con su cliente", indica Zuroff que asegura que antes de ir a Egipto, el 'Doctor Muerte' pasó por España.
"Sé que en el sur de España hay aún varios criminales nazis. Estoy buscando información pero no soy muy optimista que podamos encontrarlos", admite resignado. Zuroff colaboró con un grupo de abogados españoles que deseaba llevar a los tribunales de España a cuatro responsables nazis que vivían en Estados Unidos. "Uno de ellos era Demjanjuk, que ojalá sea extraditado ahora a Alemania", apunta.
¿Hasta cuando? "Tengo fuerza y cuerda para rato pero desgraciadamente los países ya no tienen voluntad de juzgar a esos criminales", responde Zuroff que ve el Día del Holocausto que se conmemora hoy como el recordatorio que su misión continúa. La sirena y el triste silencio de los supervivientes le motiva a seguir. Ellos recuerdan a las víctimas y él se ocupa de perseguir a los verdugos.
La frase de Wiesenthal, "no existe pecado más grande que el olvido", sigue viva en su pequeño despacho de Jerusalén.
(Publicado por Sal Emergui en El Mundo el 22/04/2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario