Cerca de 200 personas han participado hoy en Almería capital
en un acto de homenaje a las víctimas del holocausto nazi en el que se
ha recordado a los 142 almerienses que perdieron la vida en el campo de
concentración de Mauthausen, donde fallecieron más de 6.000 españoles,
1.500 de ellos andaluces.
El acto ha sido convocado por el PSOE,
IU y el PCA, con la colaboración de la Asociación de Recuperación de la
Memoria Histórica Rocamar, con motivo de la conmemoración, el 5 de mayo,
del 67 aniversario de la liberación del campo austríaco.
El
homenaje, que se celebra cada año, ha tenido como escenario el monumento
erigido en el parque de las Almadrabillas de la capital almeriense en
honor a las víctimas del holocausto nazi, junto al antiguo cargadero de
mineral.
El monumento representa la escalera en la que muchos de
los prisioneros del campo de Mauthausen murieron transportando pesadas
piedras, y alrededor de ella se levantan 142 columnas, una por cada
víctima almeriense.
El acto ha sido presentado por la periodista
Antonia Sánchez Villanueva, subdirectora de La Voz de Almería, y la
vicepresidenta de la Asociación de Memoria Histórica Rocamar, Martirio
Tesoro, ha sido la encargada de leer el manifiesto en recuerdo de las
víctimas y en defensa de los valores humanos.
En declaraciones a
los medios de comunicación, Tesoro ha explicado que el objetivo es
"seguir la estela de los supervivientes, que se juramentaron" para que
"nunca más" ocurriera algo como lo que sufrieron.
La intención, ha
expuesto, es hacer "un recordatorio contra las dictaduras y el
totalitarismo" para "no caer en el error y el horror del olvido".
"Que
se sepa, sin odios, sin rencores, lo que pasó para que no volvamos a
caer en esa pesadilla", ha dicho Tesoro, quien ha expresado su temor
ante los "movimientos xenófobos y racistas que hay en Europa".
También
ha participado con unas breves palabras la hija de Antonio Muñoz
Zamora, último superviviente almeriense del campo de Mauthausen, que vio
un sueño cumplido con la inauguración del monumento en 1999, y cuyas
cenizas se esparcieron en la orilla del mar junto al lugar tras su
fallecimiento en 2003.
El acto, en el que se ha reivindicado la
correcta conservación del monumento, catalogado por la Junta de
Andalucía como Lugar de la Memoria Histórica, ha finalizado con una
ofrenda floral al monumento y la interpretación del Himno de Riego a
cargo de la Banda Municipal de Música.
Extraido de publico.es
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